No hay mucho tiempo que vivía un expatriado español de los de mundo recorrido, adarga posmoderna, rocín flaco y oveja negra corredora. Una olla de algo más de arroz con marisco que seco de pollo, salchipapa las más noches, duelos y quebran-tos (pilsener o club) los sábados, frijoles los viernes, algún mancorino costeño de añadidura…